Practicar la salud y el bienestar en nuestra vida diaria no es suficiente para muchos de nosotros: también buscamos el bienestar cuando viajamos.
El turismo de bienestar es un concepto que la organización estadounidense sin ánimo de lucro Global Wellness Institute (GWI) define como un viaje asociado a la búsqueda del mantenimiento o la mejora del bienestar personal general.
Es importante señalar que, aunque «bienestar» y «wellness» suelen ser términos intercambiables y relacionados, tienen significados ligeramente distintos. Según Gallup, el wellness es una parte del bienestar y describe un estilo de vida saludable más allá de la enfermedad aguda, mientras que tanto Gallup como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) definen el bienestar en un contexto vital más amplio -sentimientos de satisfacción y contento, y funcionamiento positivo en los marcos profesional, social, financiero, físico, psicológico y otros- que son importantes para la salud personal y pública.
El turismo de bienestar, como mecanismo de apoyo al bienestar general, adopta diversas formas.
Para algunos, puede implicar un viaje o destino exclusivamente con fines de bienestar, como un retiro de yoga en las montañas, y para otros, puede implicar la incorporación de hábitos y experiencias saludables en viajes ya establecidos. Por ejemplo, puede llevar a su familia a un balneario termal durante sus vacaciones anuales, o hacer una parada en un balneario para recibir un masaje entre las sesiones de una conferencia de trabajo.
Para otros, los viajes de bienestar basados en la inmersión, como una peregrinación, un curso intensivo de yoga, una visita a un centro de educación humanista integradora (como el Instituto Esalen, sin ánimo de lucro), un retiro de meditación vipassana en silencio o un retiro de medicina indígena basada en plantas, pueden ayudar a profundizar en un camino espiritual, de autoindagación o impulsado por un propósito.
¿Lo más importante? Este tipo de viajes y actividades orientadas a la salud no van a desaparecer pronto. El valor del mercado mundial del turismo de bienestar asciende actualmente a 451.000 millones de dólares, pero un informe de 2022 de Grand View Research revela que se espera que alcance los 1,02 billones de dólares en 2030.
A continuación, explicamos cómo funciona el turismo de bienestar, sus posibles beneficios y cómo planificar su próxima escapada inspirada en la salud.
Historia del turismo de bienestar
Puede que el turismo de bienestar esté hoy en todas partes, pero la gente lleva siglos viajando con la salud o el bienestar como objetivo principal.
Según Health-Tourism.com, la mayoría de las civilizaciones antiguas reconocieron los beneficios terapéuticos de las fuentes termales minerales, y muchas construyeron instalaciones sanitarias en torno a ellas.
Las antiguas culturas griega, egipcia, romana, celta y hebrea crearon centros de salud que atraían a viajeros de todo el mundo, según investigaciones anteriores. Baños de diferentes temperaturas, piscinas, salas de ejercicios y salas para masajes y otros tratamientos de salud se convirtieron en un pilar de la cultura romana, según la Enciclopedia de Historia Mundial. Y ya hace 5.000 años, la gente viajaba a la India en busca de los beneficios de la medicina ayurvédica, un enfoque holístico de la salud física y mental.
Pero aunque los viajes por motivos de bienestar se remontan a miles de años atrás, el turismo de bienestar como industria global es relativamente nuevo, señala la Asociación de Turismo de Bienestar (WTA).
«A principios de la década de 2000, el mensaje de marketing del sector de los balnearios pasó de ‘mimos’ a ‘prevención’ y eso, junto con la llamada ‘revolución del bienestar’, fue el comienzo [del turismo de bienestar]», afirma Anne Dimon, cofundadora, presidenta y directora ejecutiva de la WTA, con sede en Denver, y editora de TraveltoWellness.com.
Hoy en día, la oferta de viajes de bienestar es prácticamente infinita. Tanto si le interesan el yoga y la meditación, las experiencias en balnearios, la pérdida de peso, el senderismo o incluso los tratamientos que supuestamente se adaptan a su ADN -como el retiro de salud y bienestar Chenot Palace Weggis, en los Alpes suizos-, hay un viaje que se adapta a sus necesidades.
Cómo funciona el turismo de bienestar
¿Alguna vez ha tenido la sensación de necesitar vacaciones después de las vacaciones? Puede que ese no sea el caso con el turismo de bienestar. Mientras que las vacaciones tradicionales suelen ser ajetreadas y estresantes, los viajes de bienestar pretenden aliviar el estrés y promover la salud, para que pueda reincorporarse a la vida cotidiana sintiéndose rejuvenecido y con los pies en la tierra.
«El turismo de bienestar ofrece a la gente la oportunidad de hacer una pausa en su vida y centrarse exclusivamente en sí misma y en su bienestar», dice Jeanette Lorandini, LCSW, trabajadora social clínica licenciada en Nueva York y propietaria de Suffolk DBT. Puede permitirte desestresarte y relajarte sin ninguna, o pocas, distracciones.
Muchas personas también descubren que están más dispuestas a cambiar su comportamiento cuando no tienen que preocuparse por las responsabilidades cotidianas. «En general, la gente intenta que su vida sea lo más ordenada y predecible posible, porque cuanto menos tengas que pensar en tu día a día, más fácil te resultará gestionarlo», afirma el doctor Michael Brein, psicólogo especializado en viajes que vive en la isla de Bainbridge (Washington). «Todo eso sale por la puerta cuando viajas».
Estar en un entorno en el que no tienes que tomar decisiones cotidianas puede permitirte experimentar nuevos comportamientos o centrarte en cultivar otros que has descuidado. Esto puede ayudarte a crear hábitos saludables, como dormir mejor, comer bien y hacer ejercicio a diario, que quieras seguir una vez vuelvas a casa. Un pequeño estudio de observación realizado en Australia y publicado en febrero de 2017 en el Journal of Alternative and Complementary Medicine descubrió que las experiencias de retiros de una semana de duración pueden producir mejoras sustanciales en múltiples dimensiones de la salud y el bienestar, que se mantienen durante seis semanas.
Además, muchos viajes de bienestar proporcionan acceso a servicios que pueden afectar positivamente a la salud mental y física, como masajes terapéuticos, clases de yoga y consultas de nutrición. Estas experiencias pueden ayudarle a volver a casa renovado y mejor preparado para afrontar las tensiones cotidianas, señala Lorandini.
Mucha gente planifica sus propias experiencias de viajes de bienestar, pero se puede contratar a un asesor de viajes si no se tiene tiempo o necesidad de organizarlo, o si se necesita ayuda para encontrar opciones de alta calidad. La WTA ofrece un directorio de miembros donde se pueden encontrar asesores de viajes certificados especializados en turismo de bienestar.